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PROBLEMAS OCASIONADOS POR LOS MICROORGANISMOS EN EL AGUA  

GIARDIA Y CRYPTOSPORIDIUM 

LEGIONELLA


 

                                                                     

             Crryptosporidium                       E-Coli (5000 veces)                     Perfringens

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                         Giardia                                                Ciliado                      Legionella                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                    

INTRODUCCION                                                                               

            Fundamentalmente, los microorganismos presentes en el agua objeto de tratamiento, pueden ser algas, bacterias, virus y parásitos. 

            Las algas en su actividad biológica, pueden ocasionar problemas de comunicación de olores y sabores, al liberar macromoléculas orgánicas o toxinas, o bien otras sustancias del tipo aldehido y alcoholes como la geosmina y el 2, metilisoborneol (MIB), que en concentraciones de nanogramos, provocan importantes sabores en el agua. En todos estos casos, se ha comprobado que por la vía de la oxidación con ozono y adsorción con carbón, el porcentaje de eliminación alcanza valores muy aceptables. 

            Las cianobacterias o algas verdeazuladas, otra de las sustancias contaminantes del agua que generan toxinas peligrosas para la salud, como las neurotoxinas y hepatoxinas. 

            Las bacterias, virus y parásitos, llegan inicialmente al agua por vertidos de desechos humanos y animales, siendo el agua el vehículo que los transporta y a veces los multiplica, hasta llegar a los seres vivos que consumen esta agua, si no es debidamente tratada.  

            Las materias en suspensión, constituyen el soporte privilegiado de los microorganismos y sirven de protección a éstos, de cara a los factores de eliminación, como es principalmente la desinfección. 

            La materia orgánica forma el substrato que permite el desarrollo de la flora bacteriana, así como las materias nitrogenadas y fosforadas son las responsables de los fenómenos de crecimiento y desarrollo de algas, es decir, de la eutrofización. 

            Las enfermedades que producen, pueden ser muy diversas, desde simples transtornos gastrointestinales, vómitos, calambres, etc., hasta llegar a otras complicaciones sumamente graves. Entre las bacterias de grave incidencia, que pueden estar presentes en el agua, figuran especies del género Shigella, que producen disentería bacilar, la Salmonella, que produce salmonelosis e incluso fiebre tifoidea, (Salmonella Typhi), el Vibro Cholerae, que origina el cólera, el Escherichia Coli y las toxinas generadas para las cianobacterias que pueden ocasionar diversos problemas en la salud como gastroenteriris, alergia e incluso lesiones hepáticas, todas ellas con posibilidad de ser eliminadas por la cloración u otros sistemas de desinfección del agua. 

No todas las bacterias englobadas con el nombre de "coliformes" son patógenas del hombre, pero su no presencia en el agua garantizaran que no hay otro tipo de organismo entérico patógeno o no , ya que son menos resistentes en un medio hídrico. La ausencia de coliformes , es un indicador ( por algunos cuestionado), que avala la optima calidad bacteriológica del agua.

En cuanto al control de los organismos heterótrofos, en general se le ha dado hasta ahora poca trascendencia al recuento de estos en el control de calidad bacteriológica del agua potable ya que principalmente se le consideraba como una información más referida a la calidad técnica del agua que a la calidad sanitaria, la información técnica nos indica la calidad del proceso de tratamiento aplicado y también el estado de la red de distribución, pero actualmente hay una mayor tendencia a considerar que las bacterias heterótrofas del agua potable pueden actuar como patógenos oportunistas y en este caso la información sanitaria nos posibilita controlar el riesgo de transmisión de infecciones.

            Entre los virus, cabe destacar el virus de la hepatitis A y otros que causan diversas gastroenteritis y que son más resistentes al cloro.   

Con el hallazgo de parásitos y virus en el agua, muchos más resistentes a los desinfectantes que las bacterias, se consideró que era necesario rebajar los límites permitidos sobre turbiedad del agua filtrada en las plantas de tratamiento, muy por debajo de 1.0 UNT, ya que existe correlación entre el número de partículas orgánicas y el número de partículas inorgánicas, por tanto para una eliminación importante del contenido de virus y parásitos,se deberán reducir la turbiedad  del agua filtrada hasta un orden de  0.3 UNT o menos; lo cual no garantizaría aún la eliminación total de estos patógenos, no olvidando la inactivación más amplia de esos microorganismos por medio de la desinfección a pesar de la formación de otros subproductos no deseables por el empleo inadecuado de algunos desinfectantes.

Se han demostrado que los sistemas de potabilización

 

convencionales, no presentan suficiente seguridad frente al parásito

 

Cryptosporidium parvum, incluso en aquellos sistemas que logran reducir la

 

turbiedad eficientemente. Estudios efectuados sobre 82 plantas potabilizadoras

 

de aguas superficiales de los Estados Unidos, resultaron muestras positivas

 

de Cryptosporidium parvum en 22 de ellas, de las cuales en más del 70 % la

 

turbiedad del agua filtrada era inferior a 0,1 NTU, y en el 20 % menor a 0,05

 

NTU. Los autores sugieren la necesidad de introducir barreras adicionales a

los procesos convencionales, tales como la radiación ultravioleta (Aboytes y

col., 2004).

 

En cuanto a su resistencia al cloro y otros oxidantes químicos,

 

Cryptosporidium es más resistente que otros parásitos tales como Giardia.

Este problema se hizo más complejo con el hallazgo de parásitos y virus en

el agua, hasta cien veces más resistentes a los desinfectantes que las bacterias;

lo cual forzó a bajar los límites permitidos sobre turbiedad del filtrado en las

plantas de tratamiento muy por debajo de 1.0 UNT, en vista de la correlación

directa existente entre número de partículas orgánicas y número de partículas

inorgánicas.

Esta correlación llevó a los investigadores a descubrir que no es posible

conseguir una remoción significativa del contenido de virus y parásitos, sino

cuando se alcanzaban turbiedades del orden de 0.3 UNT o menos; y aún así,

no se podía garantizar la eliminación total de dichos patógenos, cuya presencia

se ha detectado en efluentes de plantas bien operadas con valores inferiores a

0.1 UNT de turbiedad.

Tal hecho hizo recaer en el proceso de desinfección, la mayor parte de la

responsabilidad en la inactivación de esos microorganismos, los cuales en el

caso del cloro, sólo se consiguen eliminar con un residual libre a pH bajo, a fin

de obtener en el agua suficiente concentración de ácido hipocloroso, el único

germicida capaz de hacer su trabajo en un tiempo de contacto relativamente

razonable, tiempo que debe proveerse en cámaras de contacto apropiadas

 

Relación entre remoción de Turbiedad vs. Patógenos

La remoción de turbiedad es un parámetro importante como subrogante de la remoción de microorganismos patógenos, dado que operacionalmente no

es habitual disponer de sistemas de medición de concentraciones de microorganismos en las diferentes etapas del proceso. Existen referencias de

que pequeñas variaciones de turbiedad (de 0,1 NTU a 0,3 NTU) pueden traer aparejados importantes cambios en la eficiencia de remoción de ciertos

microorganismos (Patania 1996, en EPA, abril 1999).La turbiedad excesiva, no solamente afecta los aspectos organolépticos del

agua sino que puede representar una preocupación para la salud, ya que puede proporcionar el sustrato y además albergar a los patógenos, protegiéndolos

de los desinfectantes.Aunque la turbiedad no es un indicador directo de riesgo para la salud, numerosos

estudios muestran una relación directa entre la remoción de turbiedad y de protozoarios (EPA, abril 1999).

La tabla 1., muestra varios casos de brotes de criptosporidiosis en los sistemas que utilizan agua superficial en los Estados Unidos, además de información

general sobre las plantas potabilizadoras y referencias de la turbiedad efluente. En tres de los cuatro casos se registraron turbiedades por encima de

1,0 NTU durante los brotes (EPA, abril 1999). 

Tabla 1. Brotes de criptosporidiosis vs. Turbiedad del agua filtrada (Fuente: EPA,

 

 

LOCALIDAD

 

 

AÑO

                        INFORMACIÓN

                GENERAL DE LA PLANTA

 

            TURBIEDAD

 

 

Las Vegas

Nevada

 

 

1993-

1994

Sistema sin problemas aparentes, en cumplimiento con SWTR. Planta con precloración y filtración (arena y antracita). El brote afectó preferentemente a personas inmunocomprometidas (HIV)

     Promedio del agua bruta 0,14 NTU entre enero de 1993 y junio de 1995, valor máximo 0,3 NTU. La turbiedad máxima del agua filtrada registrada fue 0,17 NTU

 

 

Milwaukee, Wisconsin

 

 

1993

     Sistema en cumplimiento con SWTR. Un episodio de cambio en las condiciones de la fuente ocasionó deficiencias en el sistema de coagulación - filtración

Dramático aumento de la turbiedad del agua filtrada, se reportaron valores de 2,7 NTU (la turbiedad nunca había excedido de 0,4 NTU)

Jackson County, Oregon

 

1992

Planta con pobre performance, excesivos niveles de algas, sin precloración antes de la filtración

Desde antes de ocurrido el brote, la turbiedad del agua filtrada estaba por encima de 1,0 NTU

Carrollton, Georgia

 

1987

Planta convencional con vertimiento de su lodo próximo a la toma de agua. Problemas operacionales, filtros se ponían en servicio sin ser lavados

Se detectaron filtros con turbiedad efluente de 3,0 NTU durante 3 horas

 Bajos valores de turbiedad se asocian generalmente con escasa presencia de microorganismos en el agua. Positivas correlaciones se han determinado entre remociones de turbiedad y de patógenos, en variados estudios.

  Las «Guías para la Calidad del Agua de la Organización Mundial de la Salud» destacan en esta materia:

«Ha de señalarse que la utilización de desinfectantes químicos para tratar el agua da lugar, por lo común, a la formación de productos químicos secundarios, algunos potencialmente peligrosos. No obstante, los riesgos que esos productos representan para la salud son extremadamente pequeños en comparación con los que supone una desinfección insuficiente, y es importante que el intento de controlar los productos secundarios de ese tipo no ponga en peligro la eficacia de la desinfección» (World Health Organization, 1995).

 Las enfermedades infecciosas causadas por bacterias, virus, protozoarios parásitos o helmintos, son el riesgo más común y difundido para la salud que lleva consigo el agua de bebida (World Health Organization, 1995; World Health Organization, 2004).

Principales características de los tres grupos de organismos responsables de los Riesgos Biológicos (Fuente: Environmental Protection Agency, «Alternative Disinfectants and Oxidants Guidance Manual», EPA 815-R-99-014, Abril 1999)

 

 

ORGANISMO

 

TAMAÑO (µm)

 

PUNTOS DE ORIGEN

RESISTENCIA A LA DESINFECCIÓN

REMOCIÓN POR

SEDIMENTACIÓN, COAGULACIÓN Y

FILTRACIÓN

 

Bacterias

 

0.1–10

Humanos y

animales, agua y alimentos contaminados

Las esporas

bacterianas tienen más resistencia

que las vegetativas

 

Buena, 2 a 3 log

 

Virus

 

0.010.1

Humanos y

animales, agua y alimentos contaminados

Generalmente más

resistentes que las bacterias vegetativas

 

Pobre, 1 a 3 log

 

Protozoarios

 

1–20

Humanos y animales,

alcantarillado, vegetación en descomposició, agua

 

Más resistentes que los virus y las bacterias vegetativas

 

Buena, 2 a 3 log

  

La diversidad de especies microbianas en el agua potable. 

Los límites establecidos en la calidad microbiológica del agua pueden llevar a una consideración de condiciones de casi esterilidad del agua potable que pueden ser erróneas, pues por ejemplo la ausencia de gérmenes indicadores, tales como los coliformes totales y el Escherichia coli no garantizan la esterilidad. También las técnicas de cultivo para controlar la calidad del agua potable no consideran la total diversidad de microorganismos potencialmente presentes en el agua así como la dificultad de que células microbianas en el agua no puedan ser fácilmente aisladas por técnicas de cultivo de forma que los microorganismos pueden adoptar un estado celular viable  pero no cultivable. Por otra parte la idea de que los microorganismos difícilmente pueden sobrevivir a los diversos tratamientos de potabilización tampoco es exacta, pues entre otras consideraciones a tener en cuenta, la etapa de desinfección no es una verdadera esterilización del agua potable, aunque a veces la presencia de microorganismos en el agua potable puede deberse a fallos en el proceso de tratamiento o en el posterior sistema de distribución.

Hay que tener en cuenta que aunque las instalaciones de tratamiento logran obtener los resultados fijados por la legislación, en cuanto a la calidad del agua tratada, no llegan a una retención y eliminación completa de microorganismos en el agua y puede llegar a detectarse diversos microorganismos cultivables y no cultivables al final del tratamiento.

Cada una de las etapas que constituyen el proceso de tratamiento del agua potable influyen y afectan la composición y la estructura de los microorganismos del agua tratada.

Varios estudios han mostrado que el origen de la fuente del agua utilizada afecta a la microflora presente en el agua tratada, algunos de estos trabajos indicaron también que varios grupos microbianos detectados en el agua potable tratada estaban también presentes en el agua bruta, sugiriendo por tanto que algunas especies microbianas podian atravesar las diferentes barreras del tratamiento (Eichler y otros., 2006; Humrighouse y otros., 2006). 

Ciertos microorganismos que están presentes en las aguas a potabilizar y entran a las instalaciones del proceso pueden reproducirse en el interior de estas instalaciones, tales como los medios filtrantes (carbón activo y arena) u otra barreras dentro del proceso de tratamiento. La eliminación de microorganismos por adsorción está regida por interacciones electrostáticas e hidrófobas, hay que tener presente que la retención física por simple filtración de algunos microorganismos tales como los virus, dada su pequeña talla no es plenamente eficaz, en cambio no hay que olvidar que la desinfección es la principal barrera contra los agentes patógenos esencialmente virus, a pesar de que ciertos microorganismos por propiedades de la superficie celular pueden sobrevivir a los mecanismos de desinfección.

También la capacidad de algunos microorganismos de colonizar partículas y formar agregados así como la capacidad de otros de resguardarse y protegerse en el interior de cierto organismos superiores tales como invertebrados o protozoarios, es el caso de la legionella, protegiendose en el interior de amebas, y facilitando así el transporte de microorganismos patógenos a lo largo de los sistemas de distribución del agua potable ya que para que la acción del desinfectante sea eficaz es necesario el contacto entre el desinfectante y el microorganismo.

Las instalaciones de tratamiento permiten eliminar una gran cantidad de compuestos orgánicos del agua, pero la pequeña cantidad de materia orgánica que aún puede quedar presente, puede ser una fuente de nutrientes para el crecimiento microbiano en la red de distribución del agua potable. 

El origen de los microorganismos en los sistemas de distribución proviene  principalmente del agua ya tratada que puede contener una microflora diversa junto con fracciones biodegradables de compuestos minerales y orgánicos y que se adaptan al medioambiente del agua potable, colonizando la red de distribución y formando en sus paredes nichos ecológicos conocidos como biofilm. El biofilm puede definirse como un conjunto o ensamblaje de de microorganismos asociados a productos extracelulares fijados a una superficie biótica o abiótica (Davey y O´Toole, 2000). Apoyados en análisis microscópicos y moleculares de biofilm formados a partir de cepas bacterianas puras y de poblaciones microbianas mixtas de medioambientes naturales, la formación de biofilm se ha descrito como una sucesión de fases o etapas como la etapa de adhesión, de desarrollo, de maduración y de desprendimiento (Davis, 2003; Stoodle y otros 2002) ( fig. 1). También se observó este desarrollo de estructura en varias etapas en biofilm formados en modelos de sistemas de distribución de agua potable (Martin y otros, 2003).

  

Figura 1.- Representación esquemática de la formación de un biofilm (Stoodly y otros). 

1)      Formación de un film de acondicionamiento y adhesión microbiana reversible.

2)      Adhesión irreversible y producción de sustancias poliméricas extracelulares.

3)      Desarrollo del biofilm y formación de microcolonias.

4)      Maduración del biofilm.

5)      Desprendimiento de células microbianas.

 

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Mireya del Pilar Arcos Pulido1, Sara Lilia Ávila de Navia, Msc.2, Sandra Mónica Estupiñán Torres MSc.2, Aura Cristina Gómez Prieto1.
1.División de Investigaciones, Universidad Colegio Mayor de Cundinamarca
2.Facultad de Ciencias de la Salud, Universidad Colegio Mayor de Cundinamarca

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Esquitosoma. Lombriz invasora de agua fresca. Página de Agua latinoamérica, describiendo la presencia de larvas de esquistosomas, endémicas en muchos países trópicales y subtropicales , pueden penetrar la piel humana al entrar en contacto con ella.

Microbiología de agua. Conceptos básicos

GIARDIA Y CRYPTOSPORIDIUM

                                                                                                  

Know this Microbe?
(bar =10 microns)

check answer

                                                                                          (Fuente : EPA MICROBIOLOGY)

 


  En cuanto a los parásitos protozoos, hay que señalar la Giardia y el Cryptosporidium. La Giardia es un protozoo flagelado que es eliminado por las heces del hombre y algunos animales (vacas, ovejas), generalmente en estado de ocisto, muy resistentes a la desinfección. El Cryptosporidium es otro protozoo muy extendido en los últimos años y a veces como verdaderas epidemias de consecuencias más o menos graves, es el caso de su explosiva aparición en paises muy desarrollados (suceso de Milwaukee, en Estados Unidos, con una infección el pasado año de 1.993, de 380.000 casos en una población de 800.000 habitantes, o en la región de Oxford y Swidon (Gran Bretaña), provocando transtornos intestinales junto a diarreas y vómitos. La presencia de criptosporidium en muchos animales está muy documentada (59 especies de vertebrados), de hecho, toda la bibliografía sobre este protozoo anterior a 1.985, estaba confinada al campo de la veterinaria y de la biología de los mamíferos. La información sobre transporte de los oocistis de criptosporidium por el agua, apenas existía.

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  El Cryptosporidium Parvum y la Giardia Intestinalis, están reconocidos como protozoos parásitos del hombre y muchos animales. El Cryptosporidium tiene un complejo ciclo de vida, adoptando varias formas, siendo la más relevante el cisto con forma de microesfera de una dimensión de 4-6 µm de diámetro. De las diferentes especies de Cryptosporidium, sólo el Cryptosporidim Parvum aparece como el responsable que afecta a la salud humana. Los oocistos u ooquistes del Cryptosporidium pueden sobrevivir en el suelo o en el agua durante varios meses en condiciones adversas, aunque su viabilidad se va reduciendo con el tiempo. Cuando el oocisto entra en el tubo digestivo del hombre u otros animales, las condiciones internas de pH, temperatura y sales biliares, favorecen la formación de cuatro esporocitos infectivos por cada oocisto, comenzando el ciclo de vida y una gran multiplicación, saliendo al exterior y extendiéndose al medioambiente a través de las materias fecales de las personas o animales infectados. Se ha constatado experimentalmente, que una vaca infectada puede excretar por encima de un millón de cistos diariamente.

 El ciclo de vida de del cryptosporidium parvum comienza con la ingestión del ooquiste, la fase resistente encontrada en el ambiente, a través de agua contaminada o alimentos. Luego de ingerido, la membrana del ooquiste se abre en el intestino delgado, y libera hasta 4 sporozoitos que se adhieren a las células epiteliales del tracto gastrointestinal, los cuales evolucionan a trofozoitos. Posteriormente se forman los ooquistes los cuales son liberados por las heces, y pueden sobrevivir en el ambiente por mucho tiempo (Sterling, 1999). En aguas frías como lagos pueden sobrevivir y mantener su infectabilidad durante varios meses (Sterling, 1999).  

Una persona puede infectarse con Cryptosporidium cuando ingiere o pone en contacto con su boca algún objeto que haya estado en contacto con las heces fecales de algún animal o persona infectada. El beber agua de origen superficial (lagos, ríos, arroyos) sin tratamiento o con tratamiento inadecuado, el ingerir pequeñas cantidades de agua cuando se está nadando, aún en piscinas con agua clorada, puede causar criptosporidiosis, dado que el parásito es muy resistente a las dosis habituales de cloro empleadas con fines de desinfección.

 Epidemias registradas de criptosporidiosis

La primer epidemia que se registró de gastroenteritis causada por Cryptosporidium Parvum fue en 1984 en el estado de Texas, a causa de la contaminación del agua de pozo, con 2.006 casos. En 1987, 12.960 personas en Carrollton, Georgia, se enfermaron con criptosporidiosis. Este fue el primer reporte de su diseminación a través del sistema de aguas municipales que cumplían con todos los estándares de calidad, estatales y federales.

En 1992 hubo múltiples epidemias asociadas al tratamiento deficiente de plantas abastecedoras de agua potable en Estados Unidos.

En 1993 ocurrió una epidemia de criptosporidiosis en Milwaukee, Wisconsin que afectó a 403.000 personas y provocó la muerte de más de 100 de ellas. Ese mismo año, en Maine, se originó una epidemia por la contaminación de sidra fresca de manzana.

En 1994 tuvo lugar, en Las Vegas, Nevada, la primer epidemia en una población que posee instalaciones modernas para la potabilización del agua de bebida. En el Reino Unido se describieron 18 brotes en el período de 1989 a 1999 asociado a conducciones de agua contaminada con ooquistes (Rodríguez Juan Carlos y col., 2002).

      En el hombre puede originar la Cryptosporidiosis, que produce diarreas, que son más graves en personas con inmunodeficiencias, tiene un período de incubación de 2 a 10 días. Algunos de los síntomas asociados incluyen anorexia, pérdida de peso, deshidratación y vómitos. 

     La contaminación se extiende por la vía fecal-oral y fundamentalmente a través del agua que ha recibido aportes de desechos de personas o animales infectados. 

  

                                      _________________________________________________________

Ciclo de vida del criptosporidium parvum 

(De la página  "Los protozoos como parásitos humanos", Microbioloogy & Immunology, University  of Leicester

 

Oocysts are ingested which hatch in the intestine into sporozoites. These invade cells; 2 asexual generations, then gamete formation and production of oocyst containing 4 sporozoites; oocysts pass out with faeces. Danger from sewage contaminated water supplies - have been recent outbreaks in UK. Video
Human infection seen in 1-4 % of patients with diarrhoea in developed countries and up to 16% in less developed countries.
Most common in children; immunocompetent adults seem to be immune, but in those who are immunodeficiency in any way, intense infections may develop. Among AIDS patients 3- 4% prevalence reported in USA and over 50% in Africa and Haiti.                                                    

     En cuanto a la dosis infectiva, existe incertidumbre en su cuantía, aunque las mayores indicaciones sugieren una dosis para la infección entre 1 y 100 oocistoss.  

La identificación de los microorganismos que habitan en una masa de agua, es un medio eficaz para determinar o evaluar la calidad de esa masa de agua y precisar el tratamiento que posteriormente habrá de aplicarse a esa agua, ya que el conocimiento de las comunidades de microorganismos y su metabolismo ,está interrelacionado con las características físico-químicas del agua donde se desarrollan.     

              Afortunadamente, muchos de estos microorganismos se comportan como coloides (en cuanto a su carga eléctrica superficial) y pueden ser coagulados y floculados, siendo así fácilmente eliminados por la acción combinada de la coagulación , filtración y desinfección. A continuación se reproduce un articulo publicado por la revista Tecnología del Agua, donde se expone, en parte, el tema de esta eliminación.

             Efectividad de los procesos de tratamiento

Para proteger los suministros de agua contra Cryptosporidium se necesitan múltiples barreras, los tratamientos de agua por si solos no pueden resolver el problema. Son etapas críticas la protección de las fuentes de agua bruta, la educación, y la optimización de los procesos unitarios de tratamiento. Los ooquistes de Cryptosporidium tienen gruesas paredes que pueden soportar ambientes hostiles que los hacen resistentes a los desinfectantes químicos tales como el cloro (Luna y col, 2002). Por lo tanto la remoción física de los ooquistes por filtración es fundamental, y es el único método convencional usado en los Estados Unidos para controlar al Cryptosporidium. En cuanto a su resistencia al cloro y otros oxidantes químicos, Cryptosporidium es más resistente que otros parásitos tales como Giardia.

EL CRYPTOSPORIDIUM Y SU ELIMINACIÓN EN LAs ETAPs.

CONTROL DE PARTÍCULAS

        FRANCISCO RAMIREZ QUIROS   -   CANAL DE ISABEL II   -   MADRID 

  

RESUMEN

  

     Tras los episodios de brotes epidémicos causados por el Cryptosporidium en el agua de bebida, ocurridos en USA y en el Reino Unido en los últimos años, se ha llegado a reconocer al Cryptosporidium como un importante protozoo patógeno del hombre. Se presenta en las aguas superficiales, especialmente cuando estas aguan han recibido aportes importantes de aguas residuales o desechos animales. 

     La resistencia del Cryptosporidium a la desinfección con cloro, aconseja la eliminación de sus oocistos por la vía de la retención física, ya que pueden ser floculados y retenidos en la decantación y filtración, comportándose de forma similar a otras partículas. 

     Este artículo pretende relacionar los conocimientos sobre el Cryptosporidium con el control de partículas en el agua - los oocistos de Cryptosporidium son partículas microesféricas de 2-7 µ m -. 

     Concluyéndose que el control y contaje de partículas y su distribución por tamaños, es un indicador más preciso que la medida de la turbiedad, como parámetro para establecer las óptimas condiciones de coagulación y filtración, así como la evaluación de la efectividad del proceso de tratamiento en la eliminación de partículas y estos parásitos. 

Palabras clave: 

Agua Superficial, Oocisto de Cryptosporidium, Protozoo, Partículas, Turbiedad, Eliminación de partículas, ETAP. 

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   SUMMARY

 

   CRYPTOSPORIDIUM REMOVAL BY WATER TREATMENT PLANTS. PARTICLES CONTROL

 

     After the survey of waterborne disease outbreak caused for Cryptosporidium, occurred in USA an UK in last years, has become recognised as a important pathogenic protozoan of man. It is in surface waters, especially when these waters contain a high amount  of sewage contamination or animal waste. 

     The resistence of Cryptosporidium oocystis to desinfection with chlorine, recommend to remove oocystis phisically, they can be floculated and retained in the decantation and filtration, this oocystis behave similary to others particles. 

     This report attemps to link the knowledge concerning Cryptosporidium and control of particles in the water - the oocystis Cryptosporidium are microsphericals particles 2-7  µm -. 

     Concluding that the control and counting of particles and its size distribution is a more realiable indicator than turbidity measurements as parameter to establesh the optimal coagulation and filtration conditions and the evaluation of treatment process effectiveness to removal particles and this parasites. 

Keywords:

Surface Water, Cryptosporidium Oocystis, Protozoan, Particles, Turbidity, Removal of particles, Drinking water treatment plant.

INTRODUCCION

 

          Se pretende poner de manifiesto la posibilidad de la presencia en el agua destinada al consumo humano, de ciertos protozoos patógenos, como el Cryptosporidium y la Giardia y teniendo en cuenta que sus cistos respectivos tiene un tamaño que oscila entre 2 y 7  µ m, podemos considerarles a efectos de su eliminación, como verdaderas partículas, es decir, su eliminación está está estrechamente ligada a la eliminación del resto de otras partículas y materias en suspensión, que tiene lugar en las diversas fases del proceso de tratamiento, ya que la gran resistencia de destos microorganismos a los procesos de desinfección normalmente usados en ls estaciones de tratamiento, hace más difícil su inactivación por la vía de la desinfección. 

     Si bien el control específico de tales protozoos tiene sus métodos físicos y microbiológicos de detección, se ha comprobado cierta correlación con la turbiedad del agua y más especificamente con su contenido en partículas. El control de partículas a través de los contadores específicos, es un factor importante en el seguimiento del proceso de tratamiento, especialmente la coagulación, floculación y filtración y en definitiva es un parámetro indicativo de la calidad del agua tratada. 

     Nos centraremos en el Cryptosporidium, dados los importantes brotes ocurridos en la últimos años en países tan desarrollados como USA y el Reino Unido. Son estos dos países los que más estudios y experiencias han acumulado sobre el Cryptosporidium y a ellos nos iremos refiriendo a lo largo del artículo, finalizando con nuestras experiencias en el control de partículas, como una herramienta de gran ayuda en el control de  las diversas fases del tratamiento del agua potable.

 

CRYPTOSPORIDIUM

 

     El Cryptosporidium Parvum y la Giardia Intestinalis, están reconocidos como protozoos parásitos del hombre y muchos animales. El Cryptosporidium tien un complejo ciclo de vida, adoptando varias formas, siendo la más relevante el cisto con forma de microesfera de una dimensión de 4-6 µm de diámetro. De las diferentes especies de Cryptosporidium, sólo el Cryptosporidim Parvum aparece como el responsable que afecta a la salud humana. Los oocistos del Cryptosporidium pueden sobrevivir en el suelo o en el agua durante varios meses en condiciones adversas, aunque su viabilidad se va reduciendo con el tiempo. Cuando el quiste entra en el tubo digestivo del hombre u otros animales, las condiciones internas de pH, temperatura y sales biliares, favorecen la formación de cuatro esporocitos infectivos por cada quiste, comenzando el ciclo de vida y una gran multiplicación, saliendo al exterior y extendiéndose al medioambiente a través de las materias fecales de las personas o animales infectados. Se ha constatado experimentalmente, que una vaca infectada puede excretar por encima de un millón de cistos diariamente.

     En el hombre puede originar la Cryptosporidiosis, que produce diarreas, que son más graves en personas con inmunodeficiencias, tiene un perído de incubación de 2 a 10 días. Algunos de los síntomas asociados incluyen anorexia, pérdida de peso, deshidratación y vómitos. 

     La contaminación se extiende por la vía fecal-oral y fundamentalmente a través del agua que ha recibido aportes de desechos de personas o animales infectados. 

     En cuanto a la dosis infectiva, existe incertidumbre en su cuantía, aunque las mayores indicaciones sugieren una dosis para la infección entre 1 y 100 quistes.

 

LA VIA DEL AGUA EN LA CRYPTOSPORIDIOSIS

     El Cryptosporidium Parvum, ha resultado ser en los últimos 10 años, uno de los microorganismos patógenos del agua que más brotes de enfermedad ha originado. 

     La Cryptosporidiosis en los animales, es conocida desde hace más de 90 años, pero su reconocimiento en el hombre data de 1.976. La primera aparición importante de Cryptosporidium atribuída al agua, tuvo lugar en Texas en 1.984. Posteriormente en 1.987, alrededor de 13.000 personas fueron infectadas a consecuencia del suministro de agua en Carrolton, Georgia, USA. El más importante episodio en cuanto a la aparición del Cryptosporidium, tuvo lugar en 1.993 en Milwaukee, USA, donde se estimaron en 400.000 casos las infecciones de Cryptosporidium a consecuencia del abastecimiento de agua a una población de 1.600.000 habitantes, atribuyénsose la muerte de alrededor de 100 personas inmunocomprometidas a causa de esta enfermedad. 

     En el Reino Unido, la primera incidencia de esta enfermedad hídrica, ocurrió en Ayrshire, Escocia en 1.988. Al siguiente, año 1.989, ocurrió otro incidente con 500 casos de Cryptosporidiosis en la región de Oxford y Swidon. Este incidente motivó la creación de un grupo de expertos por parte del Gobierto del Reino Unido, conocido como el Comité Badenoch, que preparó un informe sobre el Cryptosporidium en los abastecimientos de agua, publicado en 1.990, donde se describían prácticas sobre el tratamiento del agua y recomendaciones sobre procedimientos a adoptar en caso de un brote de Cryptosporidium. 

     En el cuadro siguiente, nº 1, se reseñan algunos de los brotes de Cryptosporidium, con indicación de la población afectada, la fuente u origen del suministro de agua, el tratamiento aplicado y la causa sobre la que recae la sospecha del brote (J.T. Lisle y J.B. Rose).

 

 

AÑO

 

LOCALIZAC.

 

POBLACION

EXPUESTA

 

POBLACION

INFECTADA

 

FUENTE DEL AGUA

 

TRATAMIE.

 

CAUSA SOSPECHADA

 

1984

 

Braun Station

 

5.900

 

2.006

 

Subterránea

 

Cloración

 

Pozos conten. Aguas Residuales

 

1987

 

Carrolton

 

32.400

 

12.960

 

Superficie

 

Convencional

 

Deficiencias Tratamiento

 

1991

 

Pennsylvania

 

Sin datos

 

551

 

Subterránea

 

Cloración

 

Deficiencias Tratamiento

 

1992

 

Jackson Co.

 

160.000

 

15.000

 

Superficie

 

Cloración

 

Deficiencias Tratamiento

 

1993

 

Milwaukee

 

1.600.000

 

403.000

 

Superficie

 

Convencional

 

Deficiencias Tratamiento

Cuadro nº 1

     A pesar de las deficiencias operacionales, el agua tratada cumplía los standars de la Agencia de Protección del Medio Ambiente USA (USEPA) para turbiedad (< 1,0 NTU) y coliformes (< 1/100 ml), si bien, se observaron algunas puntas más elevadas de turbiedad y por otra parte, la desinfección no resultó eficaz, debido a la alta resistencia de los quistes a la cloración. 

     En el anterior cuadro se observan varios casos, en los cuales el tratamiento aplicado fué sólo la cloración, dada la gran calidad del agua en su origen, no aplicándose la coagulación y filtración en estos casos. 

     A este respecto, hay que destacar el caso del brote más recientemente ocurrido, también en  USA, en la ciudad de Las Vegas, en el año 1.994, que puede considerarse como el primer brote documentado de Cryptosporidiosis, por un sistema de abastecimiento de agua, sin que hayan sido encontradas deficiencias aparentes en el tratamiento, ni cambios de calidad en el agua bruta, ni antes ni después del brote y este acabó repentinamente como empezó, sin aplicar cambios en el tratamiento. Durante el año anterior y posterior al brote, la turbiedad media del agua bruta fué 0,14 NTU, con puntas máximas de 0,3 NTU. La dirección del abastecimiento llegó a estimar que, dados los bajos niveles de turbiedad, era conveniente y más preciso controlar, junto a la turbiedad, el contaje de partículas, implantándose este control. 

     Tras el estudio de este brote de Las Vegas, se ha llegado a considerar que un agua potable que cumple todos los parámetros de calidad exigidos, puede no estar libre de Cryptosporidium, a pesar incluso de los análisis negativos al Cryptosporidium, pues como después señalaremos, el procedimiento de detección es bastante impreciso. 

     Hay que destacar que en ocasiones, la buena y constante calidad del agua bruta, crea un exceso de confianza y puede llevar a cierto descuido en alguna de las operaciones del proceso de tratamiento. Sobre el episodio de Milwaukee, llegó a publicarse en un diario local, El Milwaukee Journal, cinco meses después del brote, un reportaje con el título “Fatal Negligencia”. Este título fué elegido por el periódico, reflejando su creencia de que a pesar de los conocimiento de la EPA sobre el Cryptosporidium y sus efectos, no fueron impuestas las medidas suficientes para su control, mientras se centraban más la investigaciones en el control de los subproductos de la cloración. También refiriéndose a Milwaukee, Velma Smith (Directora Ejecutiva de Amigos de la Tierra, Washington), recoge en un artículo publicado en 1.995, diversas de las causas y deficiencias técnicas y organizativas, tanto de la planta de tratamiento, como en algún otro organismo encargado de la regulación y control sanitario. Por su parte, el Comisario de Salud de la Ciudad, Paul Nannis, ha dicho: “Fué una cuestión de confianza, falsa confianza” y sigue añadiendo sobre el episodio de Milwaukee: “Yo pienso que el sentir general era: El agua ha sido siempre buena”. 

DETECCION DE CRYPTOSPORIDIUM 

     Las técnicas de detección del Cryptosporidium en el agua son muy laboriosas y a la vez llevan a resultados muy insatisfactorios, todo ello debido por una parte, a la baja contaminación de las aguas potables , que requiere la concentración de grandes volúmenes de muestra en pequeños concentrados, que a su vez lleva a unos porcentajes de recuperación bastante bajos y por otra parte, no puede usarse un clásico cultivo de quistes en un medio específico y selectivo, que que éstos se dividen dentro de las células huéspedes, por tanto, los quistes tienen que ser solamente contados por medio de exámenes microscópicos.

     Los procedimientos de detección, en general, requieren varias etapas: 

- Filtración, elución, centrifugación.

- Clarificación, flotación.

- Incubación con un reactivo fluorescente específico.

- Recuento mediante epifluorescencia microscópica.

     En resumen, los resultados finalmente obtenidos, suelen ser muy insatisfactorios, por ser muy variables. A este respecto, señalaremos unos estudios y ensayos de determinación de Giardia y Cryptosporidium llevados a cabo por el Department of Erie County Water Authority (ECWA) de USA. Este organismos filtró varios cientos de litros de agua a los que se incorporaron 387 cistos de Giardia y 327 oocistos de Cryptosporidium y se enviaron los cartuchos de los filtros correspondientes a 12 diferentes laboratorios (uno de ellos del ECWA), recomendados por la AWWA. En cada uno de estos laboratorios, se procedió a una extracción y análisis del concentrado, obteniéndose los resultados que figuran en el cuadro nº 2, que ponen en evidencia las grandes diferencias entre estos laboratorios, observándose valores de recuperación de ocistos de Giardia entre 0% y 22% y para los de Cryptosporidium entre 0% y 10%.

 

 

% RECUPERACION

 

LABORATORIOS

 

 

 

ECWA

 

1

 

2

 

3

 

4

 

5

 

6

 

7

 

8

 

9

 

10

 

11

 

Giardia

 

9

 

22

 

0

 

0

 

0

 

3

 

1

 

17

 

11

 

0

 

0

 

2

 

Crypto

 

10

 

5

 

0

 

0

 

2

 

0

 

2

 

0

 

0

 

0

 

0

 

0

 Cuadro nº 2

      Tratando de evitar estas diferencias y errores, se han desarrollado modelos estáticos (Nahrstedt y Gimbel) que apoyándose en el número de quistes detectados, sirvan de base para el cálculo de las concentraciones previstas. Las desviaciones entre el valor más probable y el valor actual de la concentración se estiman por intervalos de confianza. 

     Además de los problemas ya mencionados en los procedimientos de detección, hay que añadir que algunos de los anticuerpos empleados en la detección, reaccionan con otros organismos (por ejemplo, levaduras) de forma que el recuento de quistes de Cryptosporidium, puede incluir especies e incluso otros organismos que no son infecciosos para las personas; la detección de quistes no indica si son o tienen capacidad de infección. La propia EPA, manifiesta la existencia de problemas en el método normalmente empleado en la valoración de Cryptosporidium en el agua; el método en uso no determina con certeza si el Cryptosporidium encontrado en el agua está vivo o muerto, tampoco el método puede distinguir entre los diversos tipos de Cryptosporidium, sólo uno de ellos es conocido como causante de enfermedad en el hombre.

     En cualquier caso, se ha llegado a estimar que para una concentración de 10-30 oocistos/100  litros se deben tomar medidas, si bien, el mismo Center for Desease Control and Prevention de USA, recomienda que la detección de este parásito a baja concentración en el agua tratada, no debe tomarse como el único criterio de alarma, sino que debe contemplarse conjuntamente con otros parámetros de calidad del agua. 

     La principales experiencias en el estudio de Cryptosporidium en abastecimientos de agua potable, como ya se señaló al principio, se han desarrollado en USA y en el Reino Unido. A continuación se indican unas cifras resumidas del estudio realizado por LeChevalier, Rose y otros en cuanto al contenido de Cryptosporidium en aguas de superficie. Concretamente en 1987, se controlaron diferentes captaciones de agua bruta en 66 plantas de tratamiento en 14 estados USA y una provincia de Canadá, encontrándose quistes de Cryptosporidium en el 87% de las muestras de agua bruta con una media de 2,7 oocistos/litro, con un máximo de 484 oocistos/l. El resultado para las aguas tratadas y filtradas, pone de manifiesto que de las 83 muestras ensayadas, el 27% presentaban oocistos de Cryptosporidium con una media de 0,015/l. y un máximo de 0,48/l. Igualmente, se encontraron cistos de Giardia en el 81% y 17% para el agua bruta y filtrada, respectivamente. Las mayores densidades fueron encontradas en grandes rios. 

     Otro estudio realizado en el Reino Unido por Smith y otros en 1.991, a través de 84 muestras de diferentes aguas brutas superficiales, revelaron la presencia de Cryptosporidium en el 40,5% de las muestras con concentraciones máximas de quistes de 2,3/l, mientras que para las 142 muestras de agua tratada analizadas, se encontraron Cryptosporidium en el 40,1%, con máximo de concentración de 0,72/l. (En este segundo estudio, se aprecian unos porcentajes muy similares, tanto en el agua bruta como en la tratada, posiblemente debido a que estos ensayos se refieren todos a la región de Escocia, donde dada la excelente calidad de las fuentes u orígines del suministro del agua potable, el agua no suele someterse a filtración. Sobre ambos estudios, hay que señalar que, a pesar de los elevados porcentajes de muestras contaminadas, no se registraron enfermedades epidémicas, argumentándose como justificación, el bajo número de quistes viables (con capacidad de infección), que fueron encontrados. 

     A pesar del incremento en las investigaciones, hay todavía muchas cuestiones por resolver. Sólo un tipo de Cryptosporidium afecta al hombre, pero no hay todavía un test que lo identifique con facilidad y claridad. El Cryptosporidium parece ser caprichosamente infectivo, pues se han llegado a encontrar quistes en abastecimientos de agua, sin que se observe indicación de infección, al presentarse en formas más o menos virulentas, o bien hay un cierto nivel de inmunidad en la población. Aunque el agua es posiblemente la vía más importante de transmisión, los quistes se dan a tan baja concentración en ésta, que resultan difícil de marcar. 

     En cuanto a las épocas o períodos de mayor incidencia, se han constatado mayores incrementos en épocas de fuertes lluvias y deshielos. 

LA INACTIVACION Y ELIMINACION DEL CRYPTOSPORIDIUM EN EL PROCESO DE TRATAMIENTO DEL AGUA: DESINFECCION Y RETENCION FISICA 


     La mayor parte de los brotes de Cryptosporidium en el agua, se han asociado con problemas operacionales, más que a deficiencias inherentes al tratamiento, es decir, que el proceso de tratamiento convencional, operando eficientemente,  puede conseguir eliminaciones muy elevadas. Los dos mecanismos básico para la eliminación de organismos patógenos durante el tratamiento del agua son: inactivación química y eliminación física, conseguidos a través de desinfección y a través de la coagulación y filtración. Comenzaremos señalando que, la eliminación del Cryptosporidium se consigue por retención física más que por una verdadera inactivación con el desinfectante normalmente empleado. 

    En el caso de algunos abastecimientos de agua sin filtrar, pero que cumplen con los reglamentos sanitarios correspondientes, enfermedades hídricas endémicas, como la Giardiasis y la Cryptosporidiosis, se suponen estar presentes, aunque inidentificadas a causa de la ausencia de programas de vigilancia. Se ha estimado que incluso, si mil casos de Cryptosporidiosis de origen hídrico ocurren en una semana en New York, en un borte de Cryptosporidiosis, es improbable que sea detectado e incluso la fuente hídrica ser reconocida (Juraneck 1993).

 

DESINFECCION

      Los efectos de la desinfección sobre el Cryptosporidium, han sido estudiados y practicados por diversos investigadores, como Campbell, Korich, Peeters y otros, comprobando la diversa efectividad de los desinfectantes típicos empleados en el tratamiento, cloro, cloraminas, dióxido de cloro y ozono. La viabilidad de los quistes, se determinó infectando ratones con quistes tratados previamente con cada uno de los desinfectantes. Se estudió igualmente, tanto la dosis de desinfectante, como el tiempo de contacto, es decir, los valores de C.t (mg/l/min.). 

     Se encontró que el ozono y el dióxido de cloro, fueron más efectivos en la inactivación de oocistos que el cloro libre y las cloraminas. Inactivaciones superiores al 90%, se consiguieron tratando los oocistos con 1 mg/l de ozono durante 5 minutos (C.t. = 5 mg/l/minuto) o con 1,3 mg/l de dióxido de cloro durante 1 hora. En el caso de cloro libre y cloraminas, fueron necesarias dosis de 80 mg/l durante 90 minutos (C.t. = 7.200). 

     En el cuadro nº 3, se muestran los valores de C.t. determinados por diversos autores, para varios desinfectantes, a temperaturas entre 5 y 25º C, tanto para el Cryptosporidium como para otros microorganismos, para conseguir el 99% de inactivación, observándose que sea cual sea el desinfectante, la resistencia de los microorganismos aumenta en el orden siguiente: bacterias, virus, Giardia y Cryptosporidium; y no puede esperarse por tanto, la inactivación del Cryptosporidium Parvum con las concentraciones y tiempos de contacto normalmente empleados en las instalaciones de tratamiento, con la posible excepción del ozono, siempre que el agua tenga una relativamente baja demanda de éste (Bajo contenido en carbono orgánico total).

 

 

 

 

Ozono (pH 6-7)

 

Cloro libre (pH 6-7)

 

Cloramina (pH 8-9)

 

Dióxido Cloro(pH 6-7)

 

E. Coli

 

0,02

 

0-03-0,05

 

95-180

 

0,4-0,75

 

Polivirus 1

 

0,1-0,2

 

1,1-2,5

 

770-3470

 

0,2-6,7

 

Rotavirus

 

0,006-0,6

 

0,01-0,05

 

3806-6480

 

0,2-2,1

 

Giardia Lambia

 

0,05-0,6

 

47-150

 

2200

 

26

 

Cryptosporidium

 

5-10

 

7200 (*)

 

7200 (*)

 

78 (*)

 

(*) Para una inactivación del 90%.

 Cuadro nº 3.

 

     Es muy importante la temperatura durante la desinfección, así para el caso del ozono, para conseguir el mismo grado de inactivación (99%), el valor de C.t. a 7º C. y 22º C. ha resultado ser de 7 y 3,5 mg/min/l. respectivamente. 

     El quiste del Cryptosporidium queda inactivado cuando se calienta el agua que los contiene a una temperatura próxima a la ebullición. 

     En cualquier caso, la vía de la eliminación hay que buscarla en la propia eliminación física a través finalmente de la filtración, sin olvidar que por otra parte, la desinfección es máxima cuando el agua ya ha sido tratada y se han eliminado todas la sustancias y partículas que pueden proteger a los microorganismos. 

RETENCION FISICA

     En el cuadro del párrafo anterior, se observó que, así como la Giardia es inactivada por las dosis de cloro generalmente empleadas en el tratamiento del agua, el Cryptosporidium no es inactivado por la cloración convencional y al ser de menor tamaño, puede atravesar más fácilmente los filtros, requiriendo unas operaciones más cuidadosas en las estaciones de tratamiento. La presencia en el agua tratada de gérmenes que de forma natural están protegidos, como las esporas y quistes, ponen de manifiesto que los procesos físicos de retención , no han sido lo suficientemente eficaces. 

     La optimización del proceso de filtración para la eliminación del oocisto de Cryptosporidium  es esencial. Para conseguir esta óptima eficiencia de la filtración, ha de conseguirse el máximo rendimiento en las operaciones de coagulación, floculación y decantación, previas a la filtración, o bien conseguir una excelente microfloculación si se sigue el proceso de filtración directa. 

     Los oocistos se comportan como otras partículas presentes en el agua, a efectos de ser sometidas a la coagulación-floculación y filtración, con un tamaño entre 2 y 7 µm. y carga superficial negativa (entre -8 y -13 mv), siendo eliminados fácilmente cuando están inmersos en el floc correspondiente, aunque no llega a conseguirse una eliminación del 100%, sí se alcanzan unos porcentajes de eliminación  próximos  al 99%. El paso a través de los filtros y por tanto la presencia en el agua filtrada, se puede atribuir a varios factores, tales como: 

- Dosis de coagulante no óptimas y por tanto deficiencias en la coagulación.

- Incremento en origen de la concentración de Cryptosporidium.

- Incremento brusco de la velocidad de filtración.

- Alargamiento del período de filtración y perforación del lecho.

- Lavado de los filtros deficientemente.

- Alta concentración en la recuperación del agua de lavado, en tal caso, este agua de lavado, antes

   de recuperarse, debería someterse a un tratamiento específico e independiente de decantación. 

     Una medida de la eficacia del proceso de filtración clásica, es el control de la turbiedad del agua filtrada, pero a ésta habría que añadir el control del contenido en partículas pequeñas. Algunas de estas partículas, del tamaño del Cryptosporidium y la Giardia (entre 2 a 10 µm.) Pueden atravesar el filtro sin originar ningún aumento en la turbiedad.

     La eliminación del Cryptosporidium está asóciada con un buen tratamiento del agua en general, por ejemplo, buena eliminación de turbiedad y materia orgánica natural. 

     Eva C. Nieminski y J.E. Ongertj, han expuesto los resultados de ensayos realizados en planta piloto y en planta real (Huntington, Utah, parada al efecto) con aporte o siembra de cistos y oocistos de Giardia y Cryptosporidium y operando con un tratamiento convencional de coagulación, floculación, sedimentación, filtración, y con un tratamiento de filtración directa, en ambos casos, se obtuvieron eliminaciones del orden del 99%. Los resultados de estas eliminaciones fueron comparados con los resultados del contaje de partículas y medida de la turbiedad, encontrando correlaciones entre la eliminación de estos microorganismos y la eliminación, tanto de partículas, como de turbiedad, siendo mayor la correlación para el caso de las partículas (Coeficiente de correlación, r = 0,89) que para el caso de la turbiedad (Coeficiente de correlación, r = 0,74), lo cual sugiere que la eliminación de la turbiedad es un indicador más impreciso del rendimiento de la planta en la eliminación de estos oocistos que el contaje de partículas.

      En los gráficos de las fig. 1 y 2, se muestran estas correlaciones, figurando en ordenadas y abcisas los porcentajes de eliminación, dados por su logaritmo.  

CONTROL Y CONTAJE DE PARTICULAS

     El control en cuanto a la cuantificación del número total de partículas, así como el contenido entre diversos tamaños, es una forma y una herramienta útil en la evaluación del rendimiento de las diversas fases que comportan el tratamiento del agua potable. La variación en la cantidad de partículas está muy ligada a los cambios en el funcionamiento de la planta y aunque también el clásico control de la turbiedad es un gran indicativo, el contenido en partículas es un indicador más sensible y seguro para establecer la eficacia de la instalación. Aguas con una baja y constante turbiedad, pueden contener importantes diferencias en su contenido en partículas más pequeñas, entre 1 y 10 µm. 

     Es sabido que el turbidímetro de luz dispersa (Nefelómetro), pierde sensibilidad en la detección de partículas muy pequeñas, de 1 a 12 µm., y así, el análisis del tamaño de las partículas, especialmente en el rango 2-7 µm., proporcionará un mejor control del paso de quistes y otras partículas a través de los filtros. 

     Cuando los valores de la turbiedad son más bajos de 0,30 NTU, que es el caso de muchas aguas filtradas, existe una menor correlación entre el contenido de partículas y la turbiedad, que cuando la turbiedad es mayor. 

     El gran desarrolla en el empleo de contadores de partículas, para controlar el rendimiento en último término de los filtros, se inició en USA a continuación del brote de infecciones gastrointestinales atribuídas al Cryptosporidium y Giardia en el agua potable en diversos lugares. Después de estos hechos, el Estado de Georgia estableció que desde Junio de 1993, todas la Estaciones de Tratamiento de aguas superficiales del Estado, deberían instalar un contador de partículas en línea, controlando las partículas comprendidas entre 3 y 15 µm. Después, otros estados legislaron medidas en el mismo sentido y recientemente, en Mayo de 1996, la EPA se ha pronunciado, requiriendo la monitorización para el Cryptosporidium en las captaciones de agua que abastezcan las poblaciones mayores de 100.000 personas.

     En el Reino Unido, se han instalado igualmente contadores de partículas en línea, junto a los turbidímetros, para obtener datos más completos en relación con el rendimiento de los filtros. 

     Comparando el control de partículas con otros métodos de control de calidad, especialmente la turbiedad, los contadores de partículas nos porporcionan más información con más sensibilidad. Las partículas pueden ser individualmente medidas y contadas, siendo aún más útil este control, cuando la turbiedad de un agua es muy baja y por tanto, más difícil de diferenciar y valorar determinadas aguas. 

     El control de las partículas, en las diversas fases del proceso de tratamiento del agua, nos ayuda, tanto a optimizar las dosificaciones de coagulante, como a medir la eficiencia de la decantación y filtración. 

     En ensayos que hemos realizado recientemente y que a continuación señalamos, se observa una cierta correlación entre turbiedad y concentración de partículas, pero en la mayor parte de estos ensayos, realizados durante un año a 320 muestras de agua bruta, decantada y filtrada, en

diversas estaciones de tratamiento, se pone en evidencia, que a pequeñas o nulas variaciones en la turbiedad, especialmente en aguas decantadas y filtradas de baja turbiedad, les corresponden variaciones importantes en el contenido de partículas, como se refleja en el gráfico nº 3, correspondiente a diez de estas muestras, obteniéndose para éstas, unos coeficientes de correlación de 0,6 a 0,7; gráfico nº 4. 

     Por otra parte, en relación con aguas brutas diferentes, la correlación entre turbiedad y concentración en partículas es aún menor, creemos debido principalmente a la diferente naturaleza química y física de las sustancias constituyentes de las partículas, lo cual nos reafirma que, junto al valor dado para la turbiedad de un agua bruta, el dato correspondiente al contenido de partículas y sus diferentes tamaños, amplía y perfecciona el conocimiento de tal agua y por tanto del tratamiento a aplicar. En el cuadro nº 5, se muestran las turbiedades y contenido en partículas para distintas aguas brutas (diferentes embalses y cuencas del abastecimiento a Madrid en 1996), como la distribución por rangos. 

 

ORIGEN

 

TURBIEDAD

NTU

 

CONTENIDO EN PARTICULAS Nº/ML.

 

RIO

 

EMBALSE

 

2-5 µm.

 

5-10 µm.

 

10-20 µm.

 

TOTAL 2-20 µm

 

LOZOYA

 

ATAZAR

 

0,54

 

14.333

 

790

 

60

 

15.183

 

LOZOYA

 

EL VILLAR

 

1,60

 

41.460

 

2.656

 

77

 

44.193

 

JARAMA

 

EL VADO

 

1,35

 

33.326

 

1.690

 

64

 

35.080

 

GUADALIX

 

PEDREZUEL.

 

1,45

 

45.630

 

1.910

 

165

 

47.705

 

MANZANAR.

 

SANTILLANA

 

2,70

 

68.805

 

9.335

 

390

 

78.530

 

POZOS

 

TORRELAG.

 

4,10

 

24.518

 

1.310

 

375

 

26.203

 

POZOS

 

TORRELAG.

 

7,80

 

41.030

 

4.650

 

420

 

46.100

   Cuadro nº 5.- Turb. y contenido en partículas en diversas aguas brutas.

 

     Siguiendo con el recuento de partículas, como herramientas de control en el tratamiento del agua, se muestra la evolución del agua filtrada a través de uno de los filtros de una de las instalaciones en Madrid, controlando tanto la turbiedad, como el contenido en partículas desde el comienzo del período de filtración, hasta el final del período, minutos antes del lavado. En el cuadro nº 6 y gráfico nº 5, se observa lo que ya hemos indicado anteriormente, en el sentido de la mayor sensibilidad y precisión al seguir la evolución del contenido en partículas, en contraste con la evolución de la turbiedad. 

 

TIEMPO

 

PARTICULAS/ML.

(*)      2-20 µm.

 

TURBIEDAD

NTU

 

5'

 

7.192

 

0,52

 

15'

 

6.080

 

0,46

 

30'

 

4.788

 

0,39

 

1 h.

 

3.544

 

0,35

 

3 h.

 

1.705

 

0,23

 

6 h.

 

1.197

 

0,20

 

10 h.

 

1.040

 

0,18

 

16 h.

 

1.205

 

0,19

 

24 h.

 

985

 

0,20

 

36 h.

 

960

 

0,21

 

48 h.

 

975

 

0,20

 

60 h.

 

1.602

 

0,22

 

70 h.

 

2.505

 

0,24

 

75 h.

 

3.340

 

0,27

 Cuadro nº 6.- Evolución turbiedad y contenido en partículas durante ciclo filtración.

 (*).-

75% en el rango 2-4 µm.

18% en el rango 4-8 µm.

5,5% en el rango 8-12 µm.

1,5% en el rango 12-20 µm.

 

      Así, se aprecia, como en el período de maduración, hay cierta correspondencia entre la disminución, tanto de la turbiedad como de las partículas y continuando con la evolución del ciclo de filtración, se llega a la perforación del filtro , aproximadamente a las 60 horas, si atendemos al contenido en partículas, mientras que la turbiedad sigue siendo aún muy similar a los períodos anteriores, es decir, se ha puesto en evidencia claramente el aumento de partículas (pasa de 900 a 1.600) y por tanto, la indicación de la perforación de filtros, mientras que la variación en la turbiedad ha sido del orden de las centésimas de NTU. 

     Dada esta mayor sensibilidad y eficacia del control de partícular respecto a la turbiedad, su seguimiento a través de contadores en línea a la salida de los filtros, monitorizando las partículas en el rango 2 a 10 µm. nos proporcionaría un mayor control de la eficiencia del filtro, y por tanto de la calidad del agua filtrada, no olvidando que el mejor medio para evitar que los quistes de los protozoos referidos, pasen a la red de abastecimiento, está en la eficiencia del sistema de filtración. 

     Finalmente, como indicativo global en la evaluación del rendimiento de una estación de tratamiento, con decantadores de lecho de fangos y filtros convencionales de arena (Velocidad de filtración 10 m/h., talla arena = 0,95 m/m), en la eliminación de partículas, reflejamos los siguientes datos, media de varios ensayos, donde se aprecia una retención en decantadores del 85%, en filtros del 92% y una eliminación total conjunta del 98,91%. 

 

AGUA

 

CONCENTRACION PARTICULAS

 

% ELIMINACION

 

2-4 µm.

 

2-20 µm.

 

BRUTA

DECANTADA

FILTRADA

 

60.5238

8.775

770

 

74.280

10.530

805

 

-

85,8

92,4

 

                                                      __________________________________________

Páginas relacionadas con Giardia y Cryptosporidium

Cryptosporidium y G iardia, Problemas emergentes en el agua de consumo humano. J AVIER DOMÉNECH. Farmacéutico. Diplomado en Ingeniería y Gestión Medioambiental.

Biología básica del cryptosporidium . División de Biología de la Universidad de Kansas State.

 

 

 

 

Cryptosporidium and water. Manual de 151 páginas en formato pdf, del Working Group on Waterborne Cryptosporidiosis del Center for Disease Control and Prevention,CDD. Atlanta.

Cryptosporidium y Giardia . Página, en inglés, del Centro para el Control y Prevención de Enfermedades (Atlanta). En su sección de listado alfabético de parásitos, presenta dos capítulos dedicados a cryptosporidium y giardia.  

Links sobre Cryptosporidium. División de Biología, Universidad del Estado de Kansas.

Incidencia y eliminación de Giardia y Cryptosporidium en la Planta de Goreangab. Articulo de varios autores, en inglés, publicado por Water Science and Technology -IWA.

Effect of Disinfection of Drinking Water with Ozone or Chlorine Dioxide on Survival of Cryptosporidium parvum Oocysts

JOHAN E. PEETERS,1* ELVIRA ARES MAZAS,' WILLY J. MASSCHELEIN,3

ISABEL VILLACORTA MARTINEZ DE MATURANA,' AND EMILE DEBACKER3

National Institiute of Veterinary Research, Gr-oeseleniberg 99,1 aind Laboratory of tlie Bruissels' Inter-commnunal

Waterboard,3 B-1180 Brussels, Belgiu-, and Cdtedra de Par-asitologiaf, Facultad de Far-mnacia, Universidad de Santiago

de Compostela, E-15706 Santiago, La Coruha, Spain2

Acción de distintos coagulantes para la eliminación de Cryptosporidium spp. en el proceso de potabilización del agua. Articulo de B. ABRAMOVICH, M.C. LURA, E. CARRERA, M.I. GILLI, M.A. HAYE, S. VAIRA . Revista Argentina de Microbiología .Recogido en la página de www.scielo.org.ar

Cuántos protozoos hay en el agua que bebemos?. Artículo publicado por la Agencia SINC

 

Los protozoos Cryptosporidium y Giardia siguen presentes en el lodo de la EDAR después de tratarse. Articulo publicado en www.iagua.es

 

                                               

LEGIONELLA

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A pesar de que el agua con presencia de bacterias de legionella pneumophílica no causa trastornos al ingerirla y que los problemas derivados de la legionelosis,  generalmente son ocasionados por la aspiración de la bacteria inmersa en pequeñas partículas de agua pulverizada, dada su presencia en las agua superficiales y que la bibliografía sobre el tema es muy extensa, solo señalaremos unos breves datos, para continuar con  una serie de enlaces a páginas, en español e inglés, más representativas.

La infección se transmite, como ha quedado ya señalado, cuando se inhala aire con pequeñas gotitas que transportan la bacteria, llegando así a los pulmones. Esta bacteria se encuentra de forma natural en la naturaleza en las aguas superficiales de ríos, embalses y lagos. Mientras está en el agua y no afecta al sistema respiratorio, su ingestión no tiene por qué causar problemas. Su concentración y peligro ocurre cuando pasa a colonizar determinadas instalaciones como sistemas de refrigeración, humidificadores, riegos por aspersión, depósitos y conducciones muy sucios y sin la desinfección mínima necesaria y en general instalaciones donde concurren varios factores como son una temperatura idónea para la multiplicación de la bacteria, como es la comprendida entre 25 y 45 º C, falta de limpieza y por tanto aporte de nutrientes, y un sistema de difusión o dispersión de pequeñas gotitas de agua en el aire.

Se fija con cierta facilidad en el biofilm de las conduciones, especialmente cuando estas contienen en la masa del biofilm precipitados de residuos calcáreos y óxidos de metales

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Biofilm en una conducción                 Legionella en biofilm (©Vernagene)

Aunque su origen esté en el agua, si esta está correctamente desinfectada en las estaciones de tratamiento y se mantiene una determinada concentración de cloro libre o combinado a lo largo de toda la red de distribución que no permita una colonización de la bacteria en el propio biofilm de las conducciones, será un gran paso para evitar su proliferación, sin olvidar, por supuesto, las medidas de limpieza y desinfección de las instalaciones y equipos que originen aerosoles de partículas de agua en el aire.

Páginas relacionadas con legionella

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Legionella neumofilica

Real Decreto 865/2003 de 4 de Julio, por el que se establecen los criterios higiénicos-sanitarios para la prevención y control de la legionelosis.

 ORDEN 1187/1998, de 11 de junio, de la Consejería de Sanidad y Servicios Sociales de la Comunidad de Madrid, por la que se regulan los criterios higiénico-sanitarios que deben reunir los aparatos de transferencia de masa de agua en corriente de aire y aparatos de humectación para la prevención de la Legionelosis.

Agua : Legionella :Página de la Comunidad de Madrid, con datos e información sobre la legionela y la legionelosis, con descripción de instalaciones de riesgo y guía para la prevención de la legionelosis en estas instalaciones

  

http://www.legionella.com

 

http://www.ewgli.org/  ( The European Working Group for Legionella Infections 1999 - 2002).

Revisión sobre métodos de prevención y control de la legionelosis. Artículo de varios autores de la Universidad Complutense y Hospital de La Princesa de Madrid, donde se revisan los métodos utilizados para prevenir la legionelosis nosocomial y comunitaria, marcando las ventajas, las desventajas y la efectividad de los métodos que se recomiendan.

Prevención y control  de legionelosis. Normativas de aplicación(*). JUAN MIGUEL RODRÍGUEZ JUÁREZ.  (*) Este artículo es el resumen del trabajo presentado a la Fundación MAPFRE como resultado final de la investigación desarrollada durante el año 2004 a raíz de la beca concedida por la Fundación MAPFRE en la Convocatoria 2003/2004.

NTP 691: Legionelosis: revisión de las normas reglamentarias (I).Aspectos generales.

La legionella en el medio ambiente. Una revisión sobre los conocimientos de esta enfermedad. Página de la Foundation for Water Research.

La legionella en el Medio Ambiente.- (Causa de la enfermedad de los legionarios). Una revisión de los conocimientos. Página de la Foundatión for Water Research.

Legionelosis. Incidencia acumulada,1997 - 2004. Distribución por Comunidades Autónomas en España.

Ni rastro de legionella en Madrid. Noticia en Madriddiario.es 26-8-2008

Vigilancia de torres de refrigeración  Salud vigila 202 torres de refrigeración para evitar brotes de Legionela en verano

Últimos avances en el conocimiento de la legionela y sus interacciones.

CValenciana.-Una empresa comercializará el primer sistema de detección de la legionela en una hora"cien por cien fiable" Publicado en

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